Al estudiar las verdades bíblicas que se encuentran en Josué, Jueces y Jeremías, emprenderás un viaje más allá de las riquezas materiales para descubrir una herencia mucho más rica: Cristo mismo. Así como Josué condujo a los israelitas a la tierra prometida, Cristo te guía hacia un reino eterno. No uno tallado por la espada y la conquista, sino por el amor y el sacrificio.
¿Recuerdas a Rahab, la mujer marginada que abrazó la promesa, encontrando refugio en el cordón carmesí? Ella representa la transformación espiritual al salir de las sombras del pecado y los caminos de este mundo para entrar en el abrazo radiante de Cristo. Sin embargo, en el libro de Jueces, se te advierte que la vigilancia es clave. Al igual que Gedeón, armado con fe en lugar de espadas, tú también debes superar las batallas internas, aferrándote a las promesas, la gracia y la fuerza de Cristo.
Incluso cuando la oscuridad desciende, como lo hizo con Jeremías, la desesperación se desvanece ante la promesa inquebrantable de Dios. Él susurra: “Porque yo sé los planes que tengo para ti”, planes no de destrucción, sino de “esperanza y futuro” (Jeremías 29:11).
Esta herencia espiritual en Cristo no está reservada para unos pocos elegidos. Es una invitación abierta del Padre, que resuena a través de los siglos. En Cristo, heredamos no solo el perdón de los pecados, sino el propósito y una relación íntima con el Creador mismo. Al abrazar estas verdades en tu vida, te empoderará para caminar en fe, como Josué, luchar por ellas con convicción, como Gedeón, y aferrarte a la esperanza, incluso en la hora más oscura, como Jeremías. Cristo es tu herencia, un tesoro incomparable, esperando ser desenvuelto por el Espíritu Santo a través de Su Palabra.
Este estudio de interés tiene un costo por un costo de $75 o de CRC ₡45000 colones.
El costo no incluye el libro físico o digital y se compra aparte después de matricular.